lunes, enero 17, 2005

Aquel Mojito Cubano...

Dos partes de ron Bacardi blanco en una parte de jugo de lima-limon y soda, azucar, unas hojitas de menta y ya esta! Un legendario trago de la dorada Cuba fue un ignitor eficaz para aquel 15 de Enero.
La construccion de Templaria en el ala Noroeste habia alcanzado el nivel del techo, y como la tradicion lo manda, se debia pagar el correspondiente asado criollo para conmemorar la hazana.
Asi que en esa calida noche de verano nos reunimos en el parque trasero del castillo, con los fuegos activos para las carnes y tambien para la meditacion. Estaban Nydia, los chicos, El Turco, Vero e hijos, Ligia, Hernan, Sacha, Mama y Marina. Andres fue el asador de turno que preparo un riquisimo asado de vacio y manto a las brasas. No faltaron los chorizos de cerdo elaborados artesanalmente por una conocida carniceria. Nydia habia preparado exquicitas ensaladas y tambien un flan casero que daria mucho que hablar, pero la vedette de la noche fue aquel aperitivo con el que sabiamente mi bomboncito habia decidido convidar a la gente. Esa fue la copa de recepcion, mientras se rompia el apetito con algo de pan y morcilla. El sabor dulzon del ron y refrescado por la menta y el limon, lleno las gargantas de los presentes, creando una nececidad de repetir la copa. Lo interesante fue que Andres no tiene cultura alcoholica, asi que el trago lo traiciono y relajo por demasia, haciendo que la velada fuera aun mas graciosa por las ocurrencias que su mente desenfrenada ponia en el firmamento.
Solo la iluminacion de candelabros estrategicos y el fogon, dieron un matiz romantico y de ensueno a la reunion, que estuvo regada permanentemente con generoso vino (En todos sus colores), sidra y champagne. No faltaron quienes lloraban en los rincones pidiendo el regreso de aquel mojito cubano.
Me relajaba en el calor de la hoguera y analizaba los rostros de satisfaccion del grupo. Agnedotas y risas fueron constantes, hasta una busqueda de constelaciones conocidas en el claro firmamento estrellado, coronado por el paso de un satelite, fueron una buena clase de astronomia y ala vez un pasatiempo divertido.
Y ahi...como si despertara de un letargo...me di cuenta de que el momento pedia a gritos un brindis.
Es por eso que me anime a alzar la copa hacia la amigable turba, diciendo..."Larga vida a los festejos en Templaria"...un "que asi sea!!!" como respuesta, quedo latiendo en la noche.
Despues del interminable trago mi mente se dispara hacia quien dijo algo asi como..."La felicidad esta siempre en las cosas mas pequenas"...como en una reunion con los afectos entre risas y recuerdos.
A la manana siguiente, Nydia y Yo investigamos telefonicamente el estado de los comensales. Todos parecieron haber ensayado el mismo discurso..."Ese mojito cubano me pego durisimo...pero cuando lo hacemos otra vez?"
Estaremos asi dando vida a una nueva tradicion?


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