Desafiando la Muerte Helada

Aquel Noviembre de 1995 prometia ser exitante. Estabamos en viaje hacia California con el equipo Argentino de Taekwondo, y teniamos programado, despues de una serie de seminarios de capacitacion en la ciudad de Los Angeles, saltar a la ciudad de Regina en Canada para participar del torneo panamericano de Taekwondo I.T.F.
Estuvimos unos 5 dias participando en seminarios con los Maestros Jun Chong y Philip Rhee en Taekwondo, Gracie Brothers en Gracie Jiu Jiutsu, Myung Kim y Kwan Sik Myung en Hapkido. Llegabamos cada noche al hotel con la lengua afuera, pero con el espiritu lleno de satisfaccion de haber ejercitado nuestra pasion.
Al final de la semana, un grupo de 8 cinturones negros nos subimos al avion the Air Canada que nos llevaria a la ciudad de Calgary. Alli alquilariamos una van para manejar unas 700 millas hacia el este, donde se situa la ciudad de Regina, sede del Torneo.
Canada es un hermoso Pais.Dondequiera que vayas te encontras con la magia de la naturaleza. Los paisajes de Montana son realmente conmovedores, y como estabamos ya en un joven invierno, la nieve pintaba de blanco la superficie de todo lo existente.
Cuando alquilamos la van nos registramos solo dos conductors, Eric Calvo y Yo. Teniamos suficiente tiempo para llegar puntuales al evento, asi que en el viaje de ida estuve al comando de la nave para descubrir a nuestro paso las bellezas de este Pais y acostumbrarnos al frio polar.
Llegamos al hotel de Regina donde entramos en contacto con las delegaciones de todo el continente y despues de acomodarnos en nuestra habitacion, salimos a descubrir las bondades de esta ciudad. En este viajecito Eric tomo los controles de la van y para hacer una rapida descripcion de El, tengo que decir que es un viejo amante de la velocidad, motocicletas y automoviles. Asi que ni bien se sento al volante, aprovecho para conocer la maquina en un parking vacio y hacer diferentes tipos de maniobras que permitian deslizar(Derrapar) la van en la nieve. Nuestros gritos de exitacion se deben haber sentido en toda la ciudad, asi que decidimos continuar pacificamente nuestro viaje antes de que algun patrulllero sin sentido del humor aparceciera.
Regina es una pequena y agradable ciudad donde se puede ver una marcada influencia Francesa. Ya sea tanto en la arquitectura como asi tambien en la vestimenta y forma de vida de sus habitantes. En general parece llena de gente muy sencilla y noble, donde se esmeran en que la hospitalidad sea una dulce firma del lugar. Por supesto que recalentamos nuestras maquinas de fotografias y asolamos las tiendas de souvenirs.
Al dia siguiente estuvimos presentes en la competicion, donde tuve la oportunidad de conocer al General Choi, creador del taekwondo y fundador del estilo I.T.F.
La cronica del panamericano de Taekwondo no es el fin de esta narracion, asi que me voy directamente al grano.
En nuestra experiencia de viaje, sabiamos que tardariamos al menos 8 horas en regresar a Calgary y encima nuestro vuelo salia a las 12 del mediodia, asi que debiamos salir de regina entre las 3 o 4 de la madrugada, para poder llegar a tiempo.
Considerando que despues del torneo hubo una fiesta de despedida, nos fue terriblemente dificil poder estar todos en fila a la hora senalada. Pero alli estabamos todos, con las caras mas largas de sueno que nadie pudiera imaginar. Salimos entre el frio estremo y la oscuridad para enfrentar dos realidades en la ruta. La primera fue que con la ausencia del sol la temperatura baja aun mucho mas, ocasionando formacion de hielo en el concreto y haciendo el vehiculo muy instable. Teniamos que seguir una huella dibujada por otros automoviles para que la van no patinara y mantener asi una velocidad razonable que nos permitiera llegar a tiempo. La Segunda realidad fue que teniamos que rellenar el tanque de gasolina en viaje, y aparentemente por las razones del climaticas, todas las ciudades y sus estaciones de servicio, aparecian virtualmente cerradas. Fuimos entonces viajando alternandonos en el manejo con Eric y observando como la aguja del marcador del tanque se caia. Por fin despues de unas horas, encontramos a una gasolinera que nos hizo el favor de vendernos el vital fluido. Mientras estabamos cargando la van, vimos pasar uno de esos camionazos de al menos 40 pies de largos, que marchaba en nuestra misma direccion. Entonces nos dimos que fue el unico vehiculo que habiamos visto en la ruta desde que salimos de Regina Estuvimos algunos minutos mas para calentarnos con un buen café, y volvimos a la lucha de la carretera. Esta vez Eric estaba al volante, con la concentracion de un corredor de formula 1. Es que el tiempo se habia ido y estabamos contra reloj para alcanzar la partida de nuestro avion.
Estabamos sumidos en la tranquilidad del viaje, cuando de pronto perdimos total control del vehiculo. Parecia que nos deslizabamos como en una pista de patinaje, donde la van intentaba dar trompos sin fin. La carretera no tenia banquina donde intentar salirse, porque era todo un barranco, asi que Eric ponia todo su esfuerzo y experiencia en girar con velocidad el volante de un lado a otro para tratar de acomodar la cola del automovil y no permitirle dar un giro completo. Un grito de desesperacion del grupo pidio no pisar los frenos, porque seria un pasaporte directo al desastre. Habran sido quizas 20 segundos pero sin duda los mas largos de mi vida. La van fue perdiendo velocidad en los angustiosos intentos por mantenerla dentro del camino. Al fin se detuvo con un ruido sordo y todos suspiramos aliviados de haber escapado ajustadamente de un serio accidente en el medio de la nada. Estuvimos por un momento gritando euforicos por haber salido ilesos y felicitando la maestria de Eric que pudo mantener bajo control este animal de acero. Nos reencontramos con la carretera y ya los tibios brazos del sol empezaban a anunciar el Nuevo dia. Vimos adelante luces parpadeantes de equipos de rescate y cuando nos acercamos, reconocimos a aquel camion que habiamos visto pasar en la estacion de servicio. Se habia desbarrancado y partido en dos, pero el conductor aparentemente habia salvado su vida. Fue como una postal de terror, donde cada uno de nosotros pudo ver lo que podria haber sido. Seguimos adelante porque aun habia millas que recorrer y el tiempo no era exactamente nuestro amigo. Hasta que encontramos un camion limpiador de nieve que viajaba limpiando la carretera a una velocidad cercana a la de la luz. Entonces nos pegamos detras de el y nos permitio ganar minutos de oro. Llegamos al aeropuerto de Calgary cuando ya estaban llamando para abordar el avion. Yo ahi me separaba del grupo porque mi destino estaba en New Orleans donde asistiria a dos dias de seminarios con el legendario He Young Kim, fundador del Han Mu Do. Y finalmente cuando me encontraba en la tranquilidad del vuelo y mi mente reordenaba sus pensamientos, me di cuenta en silencio que si hibiera sido yo quien estuviera ese momento al volante, quizas no hubieramos tenido tanta suerte.